Acompañar desde la Presencia: La Terapia Gestalt ante las Rupturas de Pareja

Introducción

Las rupturas afectivas, lejos de ser simples desenlaces relacionales, se revelan con frecuencia como eventos profundamente desestabilizadores, capaces de remover estructuras internas que creíamos sólidas. En su trasfondo laten heridas antiguas de apego, dinámicas vinculares internalizadas y la pérdida, no solo de un otro, sino de una narrativa compartida. Desde el prisma psicodinámico, estos momentos activan modelos relacionales disfuncionales; mientras que desde la mirada humanista, se perfilan como umbrales de transformación, portales hacia un sentido renovado de sí.

En este contexto, la terapia Gestalt —centrada en el presente, el darse cuenta y la integración de polaridades internas— ofrece un espacio fértil para acompañar el tránsito emocional que conlleva el duelo amoroso. El propósito de este artículo es explorar, desde una perspectiva clínico-existencial, el alcance de este enfoque terapéutico en situaciones de ruptura de pareja, articulando fundamentos teóricos, herramientas prácticas y hallazgos empíricos recientes.

Fundamentos de la Terapia Gestalt en el Acompañamiento de la Pérdida Vincular

Nacida del trabajo pionero de Fritz y Laura Perls, la terapia Gestalt se asienta sobre pilares fenomenológicos, existenciales y de la psicología de la forma. Su núcleo operativo reside en el proceso de darse cuenta (awareness): una toma de conciencia global —corporal, emocional y cognitiva— del instante presente.

Cuando se atraviesa una ruptura, la vivencia suele estar teñida por una oscilación intensa entre el anhelo de lo perdido y el impulso de evitar el sufrimiento que emerge. En este vaivén, el proceso gestáltico se orienta a restaurar el contacto con la experiencia inmediata, permitiendo que el dolor se despliegue, se exprese y, eventualmente, se integre.

Perls (1975) lo resume con contundencia: “el principal obstáculo en la neurosis es la evitación del contacto genuino con la experiencia”. Desde esta perspectiva, el duelo no se concibe como algo que deba resolverse o clausurarse rápidamente, sino como un territorio a habitar con presencia y honestidad, sin atajos.

Recursos Gestálticos en el Trabajo Terapéutico con el Duelo Amoroso

El abordaje gestáltico de la separación amorosa se despliega a través de diversas intervenciones que apuntan a reconectar al paciente con su vivencia interna, facilitando la integración del dolor y la reorganización de su mundo emocional.

La técnica de la silla vacía: dar voz al silencio

Esta herramienta facilita el diálogo simbólico con la figura ausente de la expareja. Al dramatizar conversaciones pendientes, se habilita la expresión de emociones muchas veces silenciadas —rabia, ternura, culpa, tristeza— y se propicia el cierre de ciclos abiertos. Investigaciones como la de Romadhon y Sanyata (2020), que observaron su eficacia en adolescentes afectados por divorcios parentales, permiten inferir su utilidad también en duelos amorosos adultos, donde el trauma relacional se vivencia con igual intensidad.

Trabajo con polaridades: integrar lo escindido

Las rupturas suelen dejar al sujeto atrapado en extremos emocionales: del amor idealizado al rechazo visceral, de la nostalgia a la hostilidad. El trabajo con polaridades permite explorar esas tensiones internas y generar una visión más integrada del self, devolviendo matices a una experiencia que inicialmente se vive como fragmentaria. Este tipo de intervención cobra especial relevancia cuando la imagen del otro —y la del vínculo— oscila entre la sacralización y la denigración.

Escucha del cuerpo: el dolor que habla sin palabras

En la práctica gestáltica, el cuerpo es entendido como territorio vivo del darse cuenta. A través de la respiración consciente, el escaneo corporal o la amplificación de gestos involuntarios, es posible contactar con dimensiones profundas del sufrimiento psicosomático. Esta vía de acceso permite que lo que estaba encapsulado en síntomas adquiera forma simbólica y, con ello, posibilidad de elaboración.

Evidencia Actual y Aportes Clínicos

El campo de la psicoterapia ha comenzado a prestar una atención más sostenida al impacto emocional de las rupturas afectivas. Farber et al. (2024) destacan que quienes acceden a procesos terapéuticos tras una separación reportan un incremento significativo en su bienestar emocional, especialmente aquellos con antecedentes de ansiedad relacional o vínculos de larga duración.

Desde la mirada gestáltica, Robine (2006) ofrece una imagen particularmente lúcida: concibe la ruptura como una interrupción del campo figura-fondo, en la que la presencia del otro —aunque físicamente ausente— sigue monopolizando el campo perceptivo. El trabajo clínico consiste en devolver dinamismo a ese campo, posibilitando la emergencia de nuevas figuras: proyectos, vínculos, dimensiones identitarias no exploradas.

Aportes Distintivos de la Terapia Gestalt en el Duelo Amoroso

  1. Facilita la autorregulación emocional, al promover una relación consciente y no reactiva con la vivencia interna.
  2. Restaura el contacto consigo mismo, ayudando al paciente a reconstruir una narrativa de sí que no dependa exclusivamente del otro.
  3. Fomenta el empoderamiento subjetivo, visibilizando recursos internos que quizás permanecían latentes durante la relación.
  4. Integra la pérdida como parte de la biografía emocional, evitando su represión o escisión psíquica.

Estos beneficios se tornan especialmente relevantes en personas jóvenes, en duelos prolongados o en aquellos casos donde la identidad personal se hallaba estrechamente entrelazada con la historia compartida (Farber et al., 2024).

Conclusión

La terapia Gestalt ofrece una propuesta clínica valiosa y profundamente humana para acompañar el dolor de las rupturas afectivas. Su foco en el presente, su respeto por el ritmo singular de cada proceso y su invitación constante a habitar la experiencia con autenticidad, la convierten en una herramienta potente no solo para sanar, sino para redescubrir sentido allí donde parecía reinar el vacío.

En última instancia, acompañar desde la Gestalt es sostener al otro en su tránsito, no para rescatarlo del sufrimiento, sino para caminar a su lado mientras encuentra nuevas formas de estar en el mundo.

Referencias

  • Farber, B., Roe, D., Dickstein, S., Lierle, M., Cherner, R., & Garbowit, L. (2024). After the thrill is gone: The role of psychotherapy in coping with romantic breakups. Psychotherapy. https://doi.org/10.1037/pst0000531
  • Perls, F. (1975). Yo, hambre y agresión. Fondo de Cultura Económica.
  • Robine, J. M. (2006). Terapia Gestalt: La vía del contacto. Bilbao: Desclée De Brouwer.
  • Romadhon, A., & Sanyata, S. (2020). Implementation of Gestalt Therapy in Counseling to Overcome Parental Divorce Trauma in Adolescents. https://doi.org/10.2991/assehr.k.200814.037