La adolescencia representa una etapa vital profundamente marcada por la búsqueda de identidad. Es un periodo de exploración, autodescubrimiento y, con frecuencia, de incertidumbre, en el que los jóvenes intentan definir quiénes son y qué lugar ocupan en el mundo. En la era digital, esta búsqueda se vuelve aún más compleja debido a la influencia constante y omnipresente de las redes sociales. Plataformas como Instagram, TikTok y Snapchat no solo ofrecen nuevas formas de expresión, sino que también imponen presiones y expectativas que pueden distorsionar la percepción que los adolescentes tienen de sí mismos. En este contexto, la terapia Gestalt se presenta como un enfoque terapéutico especialmente valioso para acompañar a los jóvenes en estos desafíos, fomentando una conexión más auténtica con su experiencia interna y promoviendo una identidad más sólida, integrada y coherente.

La identidad en la adolescencia: un proceso en construcción

La construcción de la identidad durante la adolescencia constituye un proceso esencial para el desarrollo psicológico. De acuerdo con Erik Erikson, los adolescentes se enfrentan a la tarea de integrar sus experiencias previas, sus roles sociales presentes y sus aspiraciones futuras en una narrativa personal coherente. Este proceso, lejos de ser lineal, requiere atravesar múltiples ensayos, exploraciones y confrontaciones internas, en las que no faltan las dudas, las contradicciones ni la ansiedad vinculada al valor y la autenticidad del propio yo.

Las redes sociales, en este itinerario, desempeñan un papel ambivalente. Por un lado, brindan un espacio para la autoexpresión, la experimentación identitaria y la conexión con otros iguales. Por otro, constituyen un escenario en el que la validación externa —medida en likes, comentarios y número de seguidores— puede convertirse en un parámetro distorsionado del propio valor y autoestima. Así, lo que podría ser un recurso para la exploración del yo, puede transformarse en una fuente de presión, comparación y confusión identitaria.

Redes sociales: espejos distorsionados de la identidad

Las redes sociales han modificado de forma radical la manera en que los adolescentes se perciben a sí mismos y a los demás. La exposición constante a imágenes idealizadas, la comparación social y la necesidad de aprobación pueden afectar profundamente la construcción identitaria en esta etapa evolutiva. Entre los desafíos más significativos, cabe destacar:

  • Comparación social: Los adolescentes se enfrentan a una avalancha de contenidos que muestran vidas aparentemente perfectas, cuerpos idealizados y logros extraordinarios, lo que puede inducir sentimientos de insuficiencia, frustración y la percepción de no estar a la altura de esas representaciones.
  • Búsqueda de validación externa: La dependencia de la respuesta del entorno digital para sentirse valioso puede conducir a una identidad construida desde fuera, basada más en la mirada ajena que en la vivencia subjetiva. Este fenómeno debilita la autenticidad y empobrece la conexión con el mundo interno.
  • Construcción de una imagen idealizada: Muchos adolescentes se ven compelidos a presentar en línea una versión «editada» de sí mismos, lo cual acentúa la escisión entre el yo real y el yo digital. Esta disonancia incrementa la ansiedad, la inseguridad y la sensación de desconexión consigo mismos.

Estos factores pueden atrapar al adolescente en un ciclo de autoevaluación negativa y dependencia de estímulos externos, generando una identidad frágil, inconsistente y vulnerable a los vaivenes del entorno virtual. Es precisamente en este punto donde la terapia Gestalt puede ofrecer un marco terapéutico renovador y profundamente transformador.

Terapia Gestalt: reconectando con la experiencia presente

La terapia Gestalt, desarrollada por Fritz Perls, se sustenta en la conciencia plena del momento presente y en la integración del pensamiento, la emoción y la corporalidad. Este enfoque promueve la autenticidad, el contacto con la experiencia inmediata y la asunción de la responsabilidad personal como pilares del crecimiento psicológico. En adolescentes inmersos en el universo de las redes sociales, estas propuestas se revelan particularmente pertinentes por diversas razones:

  • Enfoque en el «aquí y ahora»: La Gestalt invita a los jóvenes a tomar conciencia de sus pensamientos, emociones y sensaciones corporales en el momento presente. Este ejercicio de atención plena les permite reconectar con su vivencia interna, atenuando el impacto de las comparaciones externas y de las expectativas sociales.
  • Autoconciencia y autoaceptación: A través de herramientas como el diálogo interno o el trabajo con polaridades, los adolescentes pueden explorar y aceptar aspectos diversos de sí mismos, incluso aquellos que no encajan con la imagen idealizada promovida por las redes sociales, favoreciendo una identidad más inclusiva y compasiva.
  • Asunción de la responsabilidad personal: La Gestalt subraya la importancia de reconocer la propia capacidad de elección y de responder por las propias decisiones. Esta actitud empodera a los adolescentes para establecer límites saludables en su uso de las redes y para tomar decisiones más alineadas con sus valores y necesidades internas.

Aplicando la terapia Gestalt en la era digital

Supongamos el caso de un adolescente que experimenta sentimientos de inadecuación por no obtener suficientes likes en sus publicaciones. En una sesión de terapia Gestalt, el terapeuta podría invitarlo a explorar, desde el presente, cómo se siente al pensar en esa situación. Preguntas como “¿Qué sientes en tu cuerpo al ver que otros tienen más likes?” o “¿Qué te dices a ti mismo cuando ocurre eso?” permiten acceder a la vivencia inmediata, abriendo un espacio de autoconciencia y regulación emocional.

Una técnica especialmente útil en estos casos es el trabajo con la silla vacía, mediante el cual el adolescente puede establecer un diálogo con la parte de sí que anhela validación externa. Este ejercicio facilita el reconocimiento de necesidades profundas y temores no expresados, favoreciendo la integración de partes escindidas o rechazadas del yo.

Asimismo, la incorporación de prácticas de atención plena (mindfulness), congruentes con la filosofía gestáltica, permite a los adolescentes observar sus pensamientos y emociones sin juicios, promoviendo una relación más amable con su mundo interno. Esta actitud resulta fundamental para resistir la compulsión a la comparación y a la autoexigencia inducida por el entorno digital.

Hacia una identidad más auténtica

El objetivo de la terapia Gestalt no es eliminar el uso de las redes sociales, sino acompañar a los adolescentes en la construcción de una relación más consciente, crítica y saludable con estas herramientas. A medida que aprenden a habitar el presente, a aceptar sus emociones y a responsabilizarse de sus elecciones, los jóvenes pueden comenzar a construir una identidad más auténtica, arraigada en la vivencia propia y no en la mirada ajena.

Para padres, educadores y profesionales de la salud mental, resulta clave propiciar un entorno de diálogo abierto sobre el impacto de las redes sociales y fomentar prácticas que refuercen la autoaceptación. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Establecer límites saludables de uso: Promover espacios cotidianos libres de pantallas para facilitar la conexión con actividades significativas fuera del entorno digital.
  • Fomentar la autoexpresión genuina: Invitar a los adolescentes a compartir contenidos que reflejen sus verdaderos intereses, pasiones y valores, en lugar de buscar únicamente la aprobación de los demás.
  • Cultivar la gratitud y la autocompasión: Enseñar a los jóvenes a valorar sus cualidades y logros personales más allá de la métrica digital, desarrollando una actitud de aceptación y cuidado hacia sí mismos.

Conclusión

La adolescencia constituye un tránsito esencial hacia la construcción de la identidad, y en el mundo digital contemporáneo, este proceso se ve mediado —y en ocasiones condicionado— por las redes sociales. Si bien estas plataformas pueden facilitar la conexión y la expresión personal, también presentan riesgos significativos para el desarrollo de un sentido de sí mismo estable y auténtico. La terapia Gestalt, al centrarse en el presente, en la conciencia plena y en la integración de las distintas dimensiones del ser, ofrece un enfoque terapéutico potente y pertinente para acompañar a los adolescentes en este proceso.

En una cultura donde la imagen digital tiende a eclipsar la experiencia vivida, la Gestalt nos recuerda la importancia de recuperar el contacto con uno mismo, de habitar el presente con plenitud y de construir una identidad anclada en la autenticidad y en la aceptación radical de nuestra humanidad.