El tercer curso consta de trece fines de semana; de los cuales, dos son maratones residenciales. Con un total de 265 horas.

Se dirige, en gran medida, a la autoobservación del alumno/a como terapeuta; incidiendo tanto en el rol y la actitud del terapeuta gestáltico como en el proceso terapéutico y su evolución.

Abarca todo lo que tiene que ver con la relación paciente-terapeuta, haciendo especial hincapié en el encuadre y la búsqueda del estilo personal, procurando identificar las escenas temidas y las habilidades individuales de cada alumno como terapeuta gestáltico.

Para conseguir este objetivo se tratan diferentes contenidos relacionados con la práctica de la psicoterapia: el rol y la actitud del terapeuta gestáltico, el manejo de las emociones básicas, la entrevista terapéutica desde el encuadre de la terapia gestalt, la transferencia y contratransferencia en el proceso terapéutico, así como las defensas que se producen a lo largo del mismo.

También hay un seminario dedicado a la terapia infantil y con adolescentes, ya que este tipo de intervención conlleva una serie de peculiaridades respecto al trabajo con adultos importantes de tratar.

La vergüenza y la protección de sí mismo es el título de otro de los seminarios de este curso; que trata la forma en que esta emoción dificulta nuestro desarrollo y nos hace sufrir para así poder ir superándola .

Durante el curso, varios seminarios están dedicados a la realización práctica, bajo supervisión, de sesiones de psicoterapia individual y grupal por parte del alumnado.

En este curso un residencial está dirigido a tratar el tema de la sexualidad y los patrones sexuales en función del sexo-género. El otro es un espacio para la despedida y cierre de la formación.

Al igual que en segundo se incluye la tarde de los viernes, con el mismo formato, en los seminarios de formación.